Una visita a la planta de tratamiento de aguas servidas de Esval en el sector de Loma Larga en Valparaíso, realizó el secretario regional ministerial de Obras Públicas, Pedro Sariego.
En la oportunidad, la autoridad regional observó el funcionamiento del sistema de tratamiento de las aguas domiciliarias de Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana, que llegan hasta el sector donde se retiran los sólidos y las aguas se conducen a través de un emisario submarino.
El gerente general de Esval, Gustavo González explicó al seremi el funcionamiento de la planta, precisando que en horarios punta se trabaja con caudales de alrededor de 3 mil litros por segundo.
ASCENSOR
Durante su recorrido, el seremi de OO.PP. conoció también el funcionamiento de un ascensor tipo funicular que la empresa utiliza para los desplazamientos verticales hacia el sector bajo de los acantilados, que es donde se ubica la planta.
“Este ascensor es el más moderno que existe en Valparaíso. Data del año 1998 y por consiguiente incorpora tecnología electromecánica e hidráulica de la época. Está, por cierto, oculto pero cumple con todas las características propias de un funicular. A pesar que tiene 12 años de funcionamiento, se ubica frente al mar y está expuesto a una alta corrosión, está muy bien mantenido y, por lo tanto, es un modelo a tomar en consideración al momento de recuperar los ascensores patrimoniales de Valparaíso”, dijo Sariego.
El seremi precisó que “alguien podrá discutir que al asumir tecnología moderna en materia de ascensores olvidamos lo patrimonial, personalmente pienso que lo exterior de los ascensores puede tener el sello patrimonial de la época en que fueron construidos, pero en su interior, máquinas y elementos relacionados el énfasis debe estar dado por la seguridad de los usuarios y de los artefactos y su entorno, deben ir de la mano con la tecnología vigente.
Explicó que los primeros ascensores funcionaban por niveles de intercambio de agua; una segunda generación funcionó a vapor; una tercera con motores de corriente continua; y una cuarta con equipos de corriente alterna, recordando que los cambios tecnológicos se hicieron y en algunas ocasiones sin mayores consideraciones patrimoniales, al punto que se afectó lo externo de los ascensores.
“Esta y otras materias son un temas que se deben discutir y por ello la visita de hoy y el conocer el ascensor de Esval, el funicular más moderno de Valparaíso, resulta muy provechoso”, dijo.