“Ya hemos terminado la parte del año donde históricamente se registra la mayor cantidad de precipitaciones y, por lo tanto, podemos dar las proyecciones de la situación hídrica que vamos a tener durante los próximos meses. Así, podemos establecer que entre septiembre y marzo los caudales de la zona centro norte y centro sur del país van a ser muy inferiores a un año normal incluso, en algunos casos, cercanos a los mínimos históricos”. Así lo informó el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, durante la entrega de un nuevo balance hídrico, acompañado de la ministra de Agricultura, María Emilia Undurraga; el director general de Aguas del MOP, Oscar Cristi; y la meteoróloga de la Oficina de Servicios Climáticos de la Dirección Meteorológica de Chile, Catalina Cortés.
En la oportunidad, el secretario de Estado explicó que el volumen de los caudales es deficitario respecto a los promedios históricos en todos los ríos entre las regiones de Atacama y Ñuble: “Entre Atacama y Valparaíso tenemos déficit que va entre el 57% en el río Aconcagua y un 93% en el río Huasco. En tanto, en la zona central desde la cuenca del Maipo hasta la región de Ñuble también estimamos una condición de déficit importante. En la región Metropolitana, en los ríos Mapocho y Maipo se proyecta un déficit de 57 y 77%, eso es algo superior a los caudales que tuvimos en el año 2019, que fueron los mínimos históricos”.
En tanto, en relación al detalle de las precipitaciones registradas al 20 de septiembre, la autoridad el MOP explicó que “si bien han superado lo que tuvimos en 2019, que fue el más seco que hemos tenido en la historia, todas las regiones presentan déficits del orden del 50% y más. En el caso de Santiago tenemos 108 mm, el año pasado teníamos 188 mm y en un año normal son 321 mm. Si no lloviera más este año sería el cuarto año más seco en la historia”.
Finalmente, en materia de nieve y el almacenamiento de agua en los embalses, según detalló, la situación igualmente es compleja: “Entre Atacama y Maule, el déficit de nieve es superior al 50%. Tenemos incluso algunos lugares en la región de Coquimbo, donde tenemos un déficit del 100%. La nieve que tenemos es bastante menor a la del 2020 e incluso es similar, o en algunos lugares inferior, al año 2019. En tanto, respecto al almacenamiento de agua en los embalses la situación también es muy similar al año pasado. Los embalses en promedio están al 38% de su capacidad y un 59% de su promedio histórico”, agregó el ministro.
En esa línea, la ministra de Agricultura, María Emilia Undurraga llamó a los agricultores a informarse en la página de la Dirección General de Aguas para poder mejorar su toma de decisiones. “Queremos hacer un llamado a los agricultores a informarse en la página de la DGA, porque muchos de ellos dependen de estas aguas superficiales que hoy conocemos sus cifras. Así podrán tomar decisiones con estos valores es relevante, ya sea para ajustar sus producciones o tomar medidas y labores que permitan enfrentar esta realidad, incluidos los recursos que ha dispuesto el gobierno para continuar en la tecnificación del riego, porque desde la agricultura tenemos mucho que aportar en el mejor uso de un agua que es cada día más escasa”, señaló.
Continuando con el detalle de las precipitaciones y temperaturas registradas en nuestro país durante el invierno, la Encargada de la Oficina Servicios Climáticos de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), Catalina Cortés, dijo que este invierno (junio, julio y agosto) fue uno de los más secos a nivel país, considerando los datos desde las regiones de Coquimbo a Magallanes, con un déficit acumulado de 50%.
En Santiago llovió tan solo 41.4 mm en todo el invierno, cuando lo normal es que lluevan unos 210 mm. Eso se traduce en un 80% de déficit, más o menos. En contexto, y considerando desde 1950 en adelante, este es el tercer peor año en cuanto a precipitaciones, superado sólo por los años 1968 (22.3 mm) y 1998 (23.4 mm). Si se amplía la mirada, hasta 1914, se tiene que este es el cuarto peor año ya que en 1924 cayeron sólo apenas 37.5 mm.
Siendo la ciudad de Valdivia la que tuvo el invierno más seco de los registros desde 1962. Sólo acumuló 439 mm, a diferencia de los 823 mm que acumula durante el invierno.
Con respecto a las temperaturas dijo que “este invierno estuvo marcado por las fuertes anomalías positivas de temperatura máxima y las fuertes anomalías negativas de temperatura mínima. Es decir, una gran amplitud térmica. Considerando tanto temperatura mínima como máxima, este 2021 fue el invierno que tuvo la mayor amplitud térmica media en el registro desde 1950 con casi 4ºC de amplitud”.
Ahora bien, respecto a la proyección para primavera, en Santiago se esperan precipitaciones por debajo de lo normal (continuando con lo observado en invierno) y también una amplitud térmica grande, es decir, mínimas por debajo del promedio y máximas por sobre el promedio.